Mi afición por la fotografía comienza desde muy pequeñito. Con apenas 9 años, me regalaron mi primera cámara de fotos, una KODAK Instamatic 133X, madre mía que tiempos!..., montaba carretes de película compactos formato 126 y los míticos cubos de flash “MagiCube” desechables tras 4 disparos, que giraban sincronizados con la película. Pocos años más tarde, tuve mi primera réflex, una PRAKTICA MTL5, convirtiéndose en mi compañera en salidas al monte, celebraciones, vacaciones, hoy en día guardadas en vitrina, son auténticas huellas que atesoran el paso del tiempo.
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Desde mis inicios, el Triángulo de la Exposición se convierte en mí pilar fundamental para entender el comportamiento de la luz, siendo la base fundamental en el buen desarrollo de cualquier disciplina fotográfica. ​​​​​​​
La tecnología, ha traído a la fotografía muchos avances importantes, pudiendo palpar los resultados en el mismo momento del disparo, pero a su vez, nos ha alejado de aquel puntito de misterio, mágia e incertidumbre que nos ofrecía el rollo de película, hasta que no se revelaba en el laboratorio y podías ver los resultados obtenidos, no pudiendo repetir la toma en muchas ocasiones, si esta no era de nuestro agrado.

Me considero un fotógrafo 100 % autodidacta, detallista, e innovador, donde a base de tiempo y práctica, he ido adquiriendo unos conocimientos tanto en la captura, como en la edición, que trato de plasmar en todos mis trabajos., tratando de conseguir los resultados esperados.
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Aunque el abanico de materias dentro de la fotografía es muy extenso y son muchas las disciplinas existentes, me atrae enormemente poder captar sentimientos y expresiones, tratando de plasmar momentos únicos en la vida de las personas, a través de la cámara. Por todo ello, me considero un fotografo con una cierta sensibilidad para la fotografía de retrato.
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"A VECES, SALTARSE LAS REGLAS Y DISPARAR CON EL CORAZON, ES LO QUE HACE QUE UNA FOTOGRAFIA SEA DIFERENTE, TENGA CARÁCTER Y TRANSMITA"​​​​​​​​ ​​​
Buena luz,
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